Los resultados de un estudio de tres años señalaron que los peores indicadores de depresión, ansiedad y estrés prenatal están vinculados a déficits cognitivos y neuronales del niño.
La investigación incluyó a 50 mujeres embarazadas escaneadas entre enero de 2016 y abril de 2019.
La angustia psicológica materna durante el embarazo se ha asociado tradicionalmente a resultados obstétricos adversos y déficits neuropsiquiátricos en los bebés.
No obstante, un
equipo investigadores fue más allá y se preguntó cuál es la asociación entre la
ansiedad materna y la conectividad funcional del cerebro fetal.
Tras evaluar los rasgos y el estado emocional de 50 mujeres, concluyeron que la primer variable tiene una incidencia directa en la segunda.
El estrés materno prenatal, la ansiedad y la depresión fueron evaluados con escalas e inventarios registrados (Escala de Estrés Percibido, Inventario de Ansiedad de Spielberger, Inventario de Rasgos de Ansiedad de Spielberger y la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo) y la conectividad se midió en 100 regiones cerebrales definidas.
Los bebés de las mujeres que tenían mayores puntuaciones eran más propensos a tener conexiones más fuertes entre el tronco cerebral y las áreas sensoriomotoras. Estas áreas están relacionadas al nivel de excitación.
También fueron aquellos fetos los que demostraron más debilidad entre la corteza parietal y la corteza occipital, que tienen que ver con las funciones ejecutivas y cognitivas superiores.