
Los hallazgos de la investigación los publicó el portal MedRxiv y los divulgó The New York Times. La clave es el comportamiento del sistema inmune que puede reaccionar en contra del propio cuerpo en vez de atacar al virus.

El estudio colabora en el entendimiento de cuadros severos de coronavirus y de síntomas que se mantienen después de atravesar la enfermedad, como fatiga, dolor muscular, tos, entre otros.
Con el transcurso de la pandemia los científicos han delineado con mayor precisión las distintas reacciones del organismo humano frente
al virus Sars-coV-19 y sus causas.
Una reciente investigación definió una de las razones por las
cuales algunas personas que ya atravesaron la infección siguen manifestando síntomas. La
explicación se asemeja al comportamiento del sistema inmune ante enfermedades
autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide.
Durante procesos infecciosos es normal que mueran células
humanas. En cuadros graves esta pérdida se da cuando el virus logra esparcirse
por todo el organismo y los daños se acrecientan.
Ante esto, la respuesta normal del cuerpo es liberar
anticuerpos, pero en algunos casos también se producen “autoanticuerpos” que
confunden las células sanas con las intrusas.
Los investigadores observaron a 52 pacientes de Atlanta
(Estados Unidos) clasificados con COVID-19 grave o crítico pero sin
antecedentes de trastornos autoinmunes. Allí encontraron “autoanticuerpos” en
casi la mitad de los casos.
Es decir que, en este proceso que identificaron las defensas
atacaron al propio cuerpo en lugar de reaccionar frente a organismos intrusos
como el coronavirus.
Esta respuesta inmune errada puede exacerbar un cuadro de COVID-19
severo y también puede explicar por qué algunos pacientes tienen problemas
persistentes meses después de que su enfermedad inicial se ha resuelto y el
virus ha desaparecido de sus cuerpos.
No obstante, lo revelador del estudio no solo son estas
explicaciones sino sus implicancias en la creación de tratamientos. Al detectar
estos “autoanticuerpos” los médicos podrían administrar terapias ya probadas
contra las enfermedades autoinmunes.
Resta esperar la publicación de los resultados en revistas científicas y continuar en la línea de estudio.