
En Portugal la Orden de Médicos (OMP), institución similar al Colegio Médico en Argentina, inició el expediente porque el grupo denunciado "minimiza la pandemia".

Se trata de siete profesionales autoagrupados como "Médicos por la Verdad" en Portugal.
Miembros del grupo Médicos
por la Verdad Portugal se oponían al uso de barbijo, a las pruebas PCR, a la
efectividad de las cuarentenas para asintomáticos y a la gravedad de la
pandemia. En efecto, la Orden de Médicos de Portugal (OMP) abrió
expedientes disciplinarios.
A pesar que ninguno de los 7 profesionales se desempeñaban
en el área de salud pública, se habían recibido quejas y denuncias por su
conducta. En tres de los casos se consideró que los reclamos eran motivo
suficiente para comenzar del proceso administrativo.
El problema no es exclusivo en Portugal, sino que el
movimiento se cree que inició en España y se extendió a varios países. En Argentina una
referente es la doctora Chinda Concepción Brandolino que desde antes de la
pandemia militaba en contra de las vacunas.
Además se conocen por promover el dióxido de cloro como
tratamiento, a pesar que ya se ha cobrado varias vidas y no tiene ningún
sustento científico.
Es problema se acrecienta dado que los médicos alrededor del
mundo están sujetos a estrictos códigos de ética y deben ajustarse
obligatoriamente a la evidencia. En este sentido, la eficacia de las medidas a las que se oponen
estos grupos ya ha sido extensamente probada.
En la página web de
los portugueses exponían que aparentemente existe una "enorme
desproporción entre la cobertura mediática del fenómeno y la gravedad" del
virus. De la misma forma, aunque admiten que "se trata de un virus
respiratorio con que puede ser muy grave en pacientes con inmunidad deprimida,
enfermedades preexistentes o avanzada edad", no creen en los daños que han tenido y tienen otros pacientes sin comorbilidades.
Particularmente se
los acusa de desobediencia, de acrecentar la amenaza hacia la salud pública y de
contribuir al delito de propagación de enfermedades.