Se hicieron pasar por falsos hisopadores, le dijeron que su esposo estaba internado por covid-19 y la convencieron de que abriera la puerta. Lo hizo y le robaron hasta el último peso. Ocurrió en Monserrat, pero la alerta es en toda Capital Federal por los delincuentes vestidos de enfermeros. Así es el modus operandi.
Siguen los robos a manos de falsos enfermeros. Desde el Gobierno de la Ciudad ya han aclarado que "no se están realizando más visitas ni censos para hisopar por covid-19".
5:45 am un hombre estaciona la camioneta y se baja en pleno barrio Monserrat, Ciudad de Buenos Aires.
Trata de disimular fijándose si quedó bien estacionado el vehículo.
10:30 am llegan unas personas vestidas de enfermeros y se detienen justo en la casa que está frente a la camioneta.
Tienen barbijo, cofia, camisolines, cuidan todos los detalles.
Eran 3 delincuentes que se hacían pasar por hisopadores y tocan el timbre.
Les atiende María Luisa Stieb (76), jubilada, a quien le dijeron que eran enfermeros del Gobierno de la Ciudad y hasta le detallaron que "su marido está internado con covid , venimos a hisoparla".
Hubo duda, pero como ciertamente su esposo estaba enfermo con covid-19, la mujer les abrió la puerta.
Entonces, la llevaron al comedor, la ataron y la golpearon.
Y sucedió el robo. Se llevaron joyas y todos sus ahorros en la camioneta estacionada a las 5:45.
"Me llevaron adentro y me ataron. Tenían barbijos y ropa de enfermeros que parecían muy reales. Ellos sabían bien el dato de que mi marido está internado en un hospital con coronavirus", dijo la víctima, quien añadió: "Ellos buscaban plata. Sabían que estaba sola en mi casa. Me durmieron porque no le abro la puerta a nadie".
Ahora, la policía busca a los falsos hisopadores y aclaran que el Gobierno de la Ciudad "no se está realizando más visitas ni censos para hisopar por covid-19".
Aconsejaron "tener mucho cuidado con los engaños".
Un dato importante. Según el Ministerio Publico Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, desde que comenzó la cuarentena, las denuncias por delitos y contravenciones informáticas crecieron 500%, principalmente afectan a jubilados.