
Vicepresidente de Sociedad Argentina de Hipertensión: “8 de 10 hipertensos no están bien controlados”
La pandemia agravó un problema de salud pública previo, que cada año se materializa en miles de muertes prematuras. Por eso, numerosas sociedades médicas se unieron y lanzaron la Campaña de Concientización de Patologías Crónicas y Agudas en Pandemia. El doctor Marcos Marín, cardiólogo especialista en hipertensión, manifiesta su posición.

La hipertensión es una enfermedad que daña los órganos nobles como el riñón, el cerebro y el corazón que afecta al 50% de la población. En Argentina el índice de control sobre el problema es muy bajo. Sumado a la disposición genética, malos hábitos, mala alimentación de chico y poco ejercicio son "la tormenta perfecta" (Doctor Marcos Marín, Vicepresidente de Sociedad Argentina de Hipertensión).
- ¿Cómo surgió la campaña?
"Fue una decisión de varias sociedades médicas luego de haber visto una reducción en las consultas de varias enfermedades crónicas y prevalentes como hipertensión, diabetes, dislipidemias. En pandemia llegamos a tener pacientes que, por no ir al hospital y contagiarse COVID, llegaron a infartarse en su casa".
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¿Cuáles son las razones de esta reducción?
"La hipertensión
sigue siendo la primera causa de muerte prematura, la primera de incapacidad,
de ACV y la tercera de infarto. Aun sabiendo esto antes del brote, el nivel
de conocimiento y control era y es muy bajo en nuestro país, 8 de cada 10 pacientes
hipertensos no están bien controlados".
- ¿Qué papel tuvo la pandemia frente a este
problema?
"Desnudó dos
problemas, por un lado la inequidad social y falta de acceso a la salud de
algunas personas. Por otro lado, la falta de control de los factores de
riesgo se agravó. Pero sé que tenemos herramientas".
- ¿Cuáles son?
"En primer lugar, la
teleconsulta que es muy útil para patologías crónicas. Hay pacientes muy
contentos con esta metodología porque no necesitan tanto tiempo para ir al
médico. Para mí es una consulta normal, lo único que no puedo hacer es
auscultarlo. La
segunda herramienta es el auto-monitoreo de la presión arterial con un
tensiómetro domiciliario".
- ¿Qué deberían hacer los que no tienen
tensiómetro en su casa?
"La idea es que toda
persona conozca su nivel de presión arterial. Sino, cualquier médico debería
tomarla, es decir, una persona no puede ir al hospital y volverse a su casa sin
haberse medido la presión. No hay que esperar un síntoma para saber si se tiene
diabetes o hipertensión, el síntoma ya es la complicación, estas enfermedades
son principalmente asintomáticas".
- ¿Qué alternativa tiene un paciente cuyo
médico no de adhirió a la teleconsulta?
"Un paciente crónico
no puede dejar de tomar la medicación y tampoco debe tomarla sin ningún tipo de
control. De alguna manera se tiene que poner en contacto con su médico u otro".
Un problema acentuado por la pandemia
- ¿La cuestión emocional aumentó los
síntomas?
"No tengo dudas de
eso. Yo les digo a mis pacientes que no tiene que estar encerrado, sí está prohibido hacer reuniones pero
con los recaudos necesarios hay que salir. He visto mucho nivel de ansiedad,
angustia, depresión".
- ¿Ante qué síntomas consultar y estar
alerta?
"Si hay dolor de pecho de 3 a 4 minutos, obstrucciones del cuello que se irradia hacia el brazo izquierdo, dificultad para hablar o para mover algún miembro por incluso un minuto llamar una ambulancia. También consultar si hay problemas para caminar o piernas hinchadas".
- ¿Cuál es la relación de la enfermedad coronaria y la COVID-19?
"Yo lo grafico así: hay
dos edificios construidos el mismo día pero en uno los propietarios hicieron la
mantención correspondiente. En el otro, los propietarios no pagaron las expensas
y está abandonado. Pasa el huracán COVID, a uno lo tumbó y a otro
no, uno controló los factores de riesgo y el otro no".
- Más allá de la pandemia la hipertensión
era un problema de salud global, ¿a qué crees que se debe?
"Hay tres grandes
motivos. El primero es que la hipertensión daña los órganos nobles como el
riñón, el cerebro y el corazón. Segundo, porque es muy prevalente, ya que afecta
al 50% de la población. En tercer lugar el bajo control. Con estos tres
factores se da la tormenta perfecta. Sumado además a la disposición genética,
malos hábitos, mala alimentación de chico y poco ejercicio".