
Los investigadores han revelado que perder menos peso tras una dieta en la adolescencia está relacionado con una conexión mayor entre las áreas cerebrales de la motivación por comer y el efecto de recompensa de la comida.

Varias zonas cerebrales de personas con sobrepeso se conectan de forma distinta a los cerebros de individuos sanos. Estas diferencias están vinculadas a la dificultad para seguir una dieta, realizar ejercicio físico y perder peso.

La diabetes tipo 2 abarca el 90% de todos los casos de la enfermedad. El sobrepeso u obesidad es la principal causa y un reciente estudio demuestra los efectos que generan pequeños cambios en el estilo de vida.

En todo el mundo más de 463 millones de personas tienen diabetes y se estima que la mitad de todos los enfermos no tienen diagnóstico y tampoco llevan un buen control glucémico.

Los países con mayor inseguridad alimentaria son los que tienen las tasas más altas de obesidad en adultos. A nivel global, la población ha engordado entre 5 y 6 kilos por persona en los últimos 31 años y la prevalencia aumentó un 27% en adultos y un 47% en niños.

El 62% de las personas obesas del mundo viven en países en desarrollo.

La medida del Ministerio de Salud de la Nación se publicó hoy en el Boletín Oficial en la Resolución 1643/2020.

Luego del sobrepeso, la OMS clasifica la obesidad en 3 clases. Sólo las últimas dos serán consideradas de riesgo de ahora en adelante.

6 de cada 10 personas con obesidad de grado 1 consideran que solamente tienen sobrepeso. Lo mismo con el 31% de los que tienen obesidad tipo 2 y el 25% de quienes padecen la tipo 3.

La enfermedad está vinculada a una menor expectativa de vida debido a su asociación con otras enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño, enfermedad renal crónica, enfermedad del hígado graso no alcohólico y cánceres.