

Kirguistán, en el corazón de Asia Central.

Alexander Lukashenko, el hombre fuerte de Bielorrusia, enfrenta una ola de protestas que no mostró signos de disminuir. Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia durante 26 años, le dijo a un pequeño grupo de trabajadores de la planta de tractores de ruedas de Minsk que estaba preparando un referéndum sobre cambios constitucionales que garantizarían una alternancia en el gobierno. En un video, Lukashenko amenaza a un grupo de trabajadores en huelga: "No te preocupes, no te pegaré, no me interesa", dijo mientras se acercaba al grupo. "Pero si alguno de ustedes me provoca, lo trataré con crueldad. Sé un hombre. Hay toda una multitud de ustedes aquí y yo estoy solo."

Alexander Lukashenko y Vladímir Putin: Lukashenko ha sugerido que las protestas en su contra están organizadas y financiadas por fuerzas extranjeras en la sombra, y ha pedido al presidente ruso, Vladimir Putin, que intervenga. El Kremlin ha dicho que Moscú está listo para brindar ayuda de acuerdo con un pacto militar colectivo si es necesario, pero Putin no ha ofrecido apoyo o respaldo a Lukashenko, cuyo control del poder parece cada día más inestable.